jueves, 2 de septiembre de 2010

LA VIDA MEDIÁTICA A TRAVÉS DE LA MICROHISTORIA

La vida mediática a través de la microhistoria

Si el mundo de la comunicación social transcurriera desde los personajes más desposeídos de la tierra, de aquellos desheredados del oro, de los que no aparecerán en la esfera mediática a menos que fallezcan, o que como diría Gabriel Galdón, no sean mordidos por un perro, sino sean ellos quienes lo hagan; el mundo y la comunicación fueran distintos.

La microhistoria plantea una forma de desarrollo social cimentada y vista desde aquellas fuentes que pasan inadvertidas, como lo hace Carlo Ginzburg en su libro El queso y los gusanos, enfocando la vida del humilde molinero Menocchio que tuvo su forma particular de interpretar el cosmos y el origen de la vida.

Los reportajes desde la comunidad se vuelven rutinarios y cansones, ¿por qué?


Los noticieros desde la comunidad o para la comunidad copan los espacios de medios como la radio y la televisión en las mañanas, pero no provocan reacciones positivas en la ciudadanía, principal consumidora de los medios y de estas producciones. ¿Por qué?
Es bonito verse en la tele, comenta a menudo la gente, cuando se realiza un reportaje o se cubre cualquier hecho en la colectividad, todos quieren salir en las cámaras, para luego mirarse en la caja.

Pero, ¿cuál es el enfoque o el campo de cobertura de los que se suponen son medios nacionales?

Para tomar dos casos. El ‘reportero vecino’ de la televisora Ecuavisa, sólo se informa desde una comunidad, la capitalina. El centralismo se presenta en los medios con contenidos del ‘lugar más importante del país’, ¿acaso no somos todos comunidad?, un Ecuador de más de trece millones que necesitan que estos reducidos espacios de la noticia se expandan y lleguen hasta donde ellos, será por eso que los noticieros o espacios comunitarios nos están cansando.

Otro, no similar en cuanto a producción, pero sí parecido en cuanto a tedio y letanía, o viejas formas de comunicación. El espacio de noticias desde la comunidad del medio día de Bernardo Abab, que dicho sea a manera de paréntesis, se pregona como lotería para el pueblo, cuando la noticia desde la comunidad no es un regalo para las poblaciones, sino una necesidad y un deber. Con un campo más dilatado de coberturas, uno que otro reportero que pone un cubo ilustrativo de Teleamazonas en su micrófono para enviar informes, pero, ¿qué es la noticia para ellos o para sus ‘jefes’?, asesinatos, robos, violaciones, deslaves, suicidios, entre otras aberraciones y vejámenes que a la comunidad le acontece.

Entonces, está claro, como dijo Galdón, sólo el sensacionalismo es noticia para ellos, la microhistoria no se dilucida en sus reportajes. Lo bueno y positivo que en las comunidades que se dice cubrir y no desamparar, no aparece, a menos que muera alguien.